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Las máscaras emocionales, que son y cómo quitarlas

La mayoría de las personas ocultan quiénes son en realidad. Esto sucede en una variedad de circunstancias. Es muy común que alguien deprimido/a aparente ser optimista, alguien con ansiedad aparente ser relajado/a, etcétera, etcétera. Ya sea que no deseen exponer sus debilidades, aparentar un estatus o evitar críticas, hay quienes deciden esconder su verdadera personalidad detrás de máscaras emocionales para mostrarle al mundo una versión idealizada de ellos/as mismos/as.

La pregunta del millón es… ¿Qué son las máscaras emocionales? ¿Por qué el ser humano moderno tiene la necesidad de ocultar su personalidad? Todo parece indicar que los estereotipos sociales, el miedo a exponerse al ridículo y tener la aprobación de los demás, nos llevan a adoptar conductas que no se alinean con nuestra esencia, nuestros valores o nuestra forma de ser. ¿Qué tal si abordamos el tema más a fondo?

¿Qué son las máscaras emocionales?

Las máscaras emocionales es una especie de álter ego que el ser humano crea y utiliza para esconder sus miedos. Por tanto, si eres una persona insegura de su poder, puedes esconderte detrás de la máscara de un asesino/a. Si crees que el mundo no os ama, puedes ocultarte detrás de una máscara de ira.

El hecho es que estas personas enmascaran la deuda que los parámetros sociales les ha impuesto para pagar estilos de vida que no se pueden permitir. Ergo, fingen que las cosas van bien en el trabajo cuando realmente corren el riesgo de perderlo o, fingen que las cosas van de maravilla en el matrimonio cuando están atravesando por una crisis.

¿Por qué lo hacen? Una de las razones más comunes por las que usan máscaras es por miedo a que el mundo los descubra. Por eso buscan demostrar a toda costa que son personas exitosas cuando su realidad refleja lo contrario.

Es como usar un disfraz de Halloween de Jason Voorhees (personaje psicópata de Viernes 13), algo que crees que es terriblemente aterrador, pero cuando tu padre o madre os quita la máscara, os ve y dice: «Oh, solo eres tú».

Razones para quitarnos las máscaras

Uno de nuestros mayores temores es que si mostramos nuestro verdadero yo, el mundo dirá: «Oh, solo eres tú». Pero tú mismo, es en realidad lo más perfecto que puedes llegar a ser. Hay tres razones prácticas por las que debemos quitarnos las máscaras emocionales:

Eclipsas tu verdadero potencial

Tenemos que llevar lo que somos a lo que hacemos. En el campo laboral, hay muchas personas que tienen nuestras mismas habilidades, incluso mejores. Pero ninguna de ellas/os aporta la misma personalidad, creatividad y espíritu como nosotros/as. Eso es algo que no se puede igualar.

La irónico es que a menudo enmascaramos esa parte de nosotros/as mismos/as en el trabajo y perdemos nuestro mayor potencial que puede ser nuestro carisma, sentido del humor, esfuerzo, capacidad para motivar a los demás, etc.

Es agotador

Vivir una vida que no es auténtica, agota. Os pones una máscara, dos hasta 10, luego os quitas algunas, después os pones un par más. ¡Realmente es agotador! Y lo peor de todo es que empiezas a olvidar quién eres en realidad.

¿Nuestro consejo? Deja que el mundo te conozca cómo eres, no como crees que deberías ser, porque tarde o temprano, os olvidarás colocarte alguna de estas máscaras y solo terminarás decepcionándote a ti mismo/a.

No podrás superar tus miedos

Cuando usamos máscaras emocionales, esculpimos una parte de nosotros/as mismos/as que consideramos como inaceptables. En las relaciones sentimentales, por ejemplo, no podemos sanar las heridas si no damos todo de nosotros/as.

Superar tus temores implica darlo todo, actuando tal y como eres. No puedes pedirle a alguien que arregle un jarrón roto, si tú te quedas con dos o tres de los pedazos rotos.

El uso de máscaras hace superficial lo que realmente es profundo. Todo en nuestras vidas será un engaño cuando elegimos escondernos detrás de un álter ego.

Cómo desenmascararnos

No nacemos con máscaras emocionales, nos las ponemos. Por lo que podemos quitárnoslas. Pero ¿Cómo lograrlo? Puedes empezar con este ejercicio sencillo:

  • Piensa en un mensaje negativo al que te aferraste.
  • Pregúntate si es cierto. Lo más probable es que la respuesta sea no.
  • Y si no es así, entonces tienes que hacerte estas preguntas: ¿Por qué tengo ese pensamiento? Si lo dejo, ¿Qué pasaría? Probablemente nada.

Ten presente que el principal riesgo al que nos enfrentamos es la reacción del mundo. Abrirte y mostrarte cómo eres hace que los demás se sientan amenazados/as, pero esta iniciativa los invitará a reevaluar sus propias vidas. De hecho, muchas veces, los obligará a darse cuenta de que ellos/as también tienen el poder de cambiar, pero no lo han hecho.

No dejes que eso te detenga. No te quites la máscara parcialmente para que luego el mundo te asuste para que te la vuelvas a poner. Recuerda esto: La batalla más grande que enfrentamos como seres humanos es la batalla para proteger nuestro verdadero yo, no esa versión de ti que el mundo quiere que seas.

Conclusiones

Para quitarnos las máscaras emocionales tenemos que superar lo que nos genera miedo. El uso de estas máscaras simplemente agrega una capa de separación entre nosotros/as y los demás, y puede evitar que vivamos desde la plenitud de nuestro propio ser.

Piensa en las máscaras que usas y comprométete a quitártelas. Ofrece ius fortalezas y “debilidades” al mundo, todo sin vergüenza y sin arrepentimientos.

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Las máscaras emocionales es una especie de álter ego que el ser humano crea y utiliza para esconder sus miedos. Por tanto, si eres una persona insegura de su poder, puedes esconderte detrás de la máscara de un asesino/a. Si crees que el mundo no os ama, puedes ocultarte detrás de una máscara de ira.
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